¿Puede Checo Pérez recuperar su magia en el GP de México 2024?

¡Vaya inicio de temporada para Checo Pérez! A inicios del 2024, todos teníamos más esperanzas que en la Lottería del Lunes de Sábado en su primer GP, imaginando al tapatío luchando codo a codo con el gran Max Verstappen. Pero, ¡ah, el destino es un hijo de la chingada! En el Gran Premio de Singapur, Checo no solo se quedó fuera de los primeros lugares, sino que terminó en un desafortunado P10, donde las posibilidades de conquistar el título se esfumaron más rápido que el portafolio de un político en campaña. La unidad de Red Bull, que prometía ser la caña, se ha convertido en un auténtico laberinto de altibajos para el mexicano.

Con solo cuatro podios en 18 carreras, todos pensábamos que Checo sería el que le daría pelea a Verstappen, pero la realidad lo ha puesto en el lugar número 8 del campeonato con 144 puntos, mientras que su compañero está aplastando todo a su paso con unos increíbles 331 puntos. Para sumar más sazón a esta tragedia, Checo necesitaría ganar los próximos seis GPs y todo los sprints restantes, y que Max no sume ni un punto. Chale, eso es menos viable que un billete de 500 en la gasolinería.

Pero no todo está perdido, mis amigos. Desde su debut con Sauber en 2012, Checo ha logrado 39 podios, y sus mejores años fueron, sin duda, el 2022 y 2023, donde se coló 11 y 9 veces entre los tres primeros, respectivamente. Un poco de magia e inspiración en las carreras que restan podría llevarlo otra vez a subir a lo alto del podio. ¡Ojo! Solo necesitaríamos que las estrellas se alineen y que Mercedes y Ferrari se queden más lentos que tortuga en reposo. Con una pausa de cuatro semanas por delante, Checo tiene tiempo de sobra para recalibrar y salir a buscar ese podio en el GP de México.

¿Te imaginas que Checo se reencuentre con su buen rendimiento y le dé sabor al ambiente en su carrera en casa? 🤞 Pero permíteme formular una pregunta incómoda, ¿realmente crees que Checo Pérez está siendo limitado por su equipo o es una falla del piloto? ¿O simplemente el destino lo está cachando en un mal día?