Ferrari reescribe la historia en Monza: ¿Volverá McLaren a brillar?
Monza, la catedral del automovilismo italiano, volvió a vestirse de rojo cuando la escudería Ferrari se llevó la victoria en su casa, dejando a los tifosi más felices que perro con dos colas. Este triunfo fue especial, no solo por ser el tercero de la temporada (junto a Australia y Mónaco), sino porque la estrategia de una única parada resultó ser la clave en un circuito donde todos esperaban más rebufos que en la fila del antro. Mientras otros equipos, como McLaren, se dedicaban a buscar el milagro del undercut, Ferrari demostró que la audacia es a veces el mejor aliado en la pista.
Charles Leclerc, el monegasco que no para de dar de qué hablar, empezó con todo al adelantar a Lando Norris en la primera vuelta, acción que puso a McLaren en una posición defensiva, tal como cuando llegas a una fiesta y encuentras a tu ex hablando con alguien que te cae mal. Esa primera ronda fue crucial; si bien Leclerc rasguñó los neumáticos como si no hubiera un mañana, el equipo sabía que el ritmo de la carrera podía cambiar. La situación se complicó para McLaren, que al parecer pensó que tenían más ritmo en el segundo stint. ¿Será que sus ingenieros estaban más prendidos que un sábado por la noche?
La lectura de Ferrari fue impresionante. Mientras otros se estaban arrastrando por la pista por el graining, ellos se aferraron a la estrategia que les dio la victoria, justo cuando parecía que el resto se perdía en un mar de nervios y decisiones erradas. Carlos Sainz, el compañero de Leclerc, apoyó esta estrategia hasta que se vio atrapado en la fase de graining, lo que llevó a Ferrari a jugar sus cartas adecuadamente. Mientras tanto en McLaren, la confusión por no saber si cubrir la estrategia de Ferrari o esperar a que Norris explotara su ritmo los hizo perder tiempo valioso. Esto hace que uno se pregunte: ¿realmente los equipos aprenderán de sus errores o simplemente seguirán como en la serie de “No sabía que estaba haciendo”?
Hablando de McLaren, es el momento de cuestionar: ¿fue la estrategia conservadora de McLaren el motivo de su caída en el Gran Premio de Monza? O más bien, ¿la falta de adaptación a las condiciones cambiantes del circuito? Ferrari, con su audacia y lectura de carrera, se mostró superior, y el público les rindió un homenaje acorde a su éxito en ese templo de la velocidad. ¿Se avecina un renacer de Ferrari en el campeonato o será solo un espejismo en el desierto de la F1?
Ahora, la pregunta es: ¿Veremos a McLaren volver a las andadas o se quedará como un barco a la deriva en la próxima carrera? Y otra, más picante, ¿será que Ferrari seguirá sorprendiendo con su nueva sabiduría táctica o es solo un golpe de suerte?