¡Max Verstappen enojado! ¿La FIA acabará con su espíritu rebelde?

¡Max Verstappen enojado! ¿La FIA acabará con su espíritu rebelde?

La temporada de Fórmula 1 se puso picante con el desmadre que se armó en Singapur, todo gracias a Max Verstappen y su lengua afilada. El chisme empezó cuando el presidente de la FIA, Mohamed Ben Sulayem, se aventó la puntada de criticar el uso de groserías en las transmisiones de F1, y como buen rebelde, Verstappen no se aguantó las ganas de soltarse la lengua, despotricando sobre su auto con una palabrota que hizo que la FIA le pusiera un castigo por andar malhablado. Esto lo dejó más serio que la cruda del domingo, dando pie a su protesta en las ruedas de prensa donde, en un acto que podría rivalizar con un performance de arte contemporáneo, mantuvo sus respuestas tan cortas que parecía que jugaba al “A ver quién se ríe primero”.

De fondo, el tío Max no solo estaba enojado por la manita de puerquito que le dio la FIA, sino que también se sentía como en una cárcel donde le intentan callar su voz. “Estoy cansado de estas pendejadas, quiero ser yo mismo”, sentenció el triple campeón, subrayando que ganar títulos es chido, pero divertirse es aún más importante. Desde su llegada al circo de la F1, donde políticas y reglamentos crecen como los mitotes en las fiestas, Max ha hecho saber que no está dispuesto a ser un títere. Su contrato con Red Bull hasta 2028 podría estar en la cuerda floja si el desgaste se vuelve más pesado que un tanque lleno de aceite.

Verstappen ya había soltado piropos en años anteriores, aludiendo que la presión de correr un calendario con 24 fechas era cansina y que le plantaría cara al formato de sprint. Esto sugiere que la historia de amor entre él y la F1 tal vez no sea tan eterna como algunos desearían. Su desgano también se transmite a la angustia de otros pilotos, como Carlos Sainz, que tampoco está muy feliz con los caprichos de la FIA. Max ha logrado posicionarse como estrella mundial, pero a la vez se siente atrapado en una rutina que podría llevarlo a pensar en retirarse antes de lo esperado.

Y aquí vienen los jugosos debates: ¿Es justa la censura de la FIA sobre las expresiones de los pilotos, o simplemente están intentando convertir a la F1 en un programa familiar donde todos deben comportarse como angelitos? Y otra pregunta, ¿qué pasaría si Verstappen decide realmente dejar el deporte porque ya no se siente cómodo? La F1 ha sido su escenario, pero al final, los pilotos son humanos y también tienen su límite. ¡A dar rienda suelta a la conversación, banda! 💬🔥

Fuente: Motosports